El miércoles pasado durante el reconocimiento Honoris Causa a la antropóloga y activista feminista Rita Segato, el secretario general de la UNRN, Luis Vivas, bostezó en primera fila, mientras la distinguida académica brindaba una clase magistral. La interpretación es simple, un acto político de desvalorización hacia la palabra de una mujer, que resulta que no es ni más ni menos que Rita Segato. No fue una casualidad ni un problema de salud,sino una expresión de impunidad, machismo y misoginia.
Si bien el rector Anselmo Torres solicitó la renuncia al secretario general Luis Vivas, creemos que esto no termina acá y que solo es el principio de distintas situaciones que vienen sucediendo en la Universidad. Esperamos que hayan más voces que se animen a relatar experiencias de violencia y desigualdad que vienen sucediendo durante muchos años y que como si no fuera grave, simplemente pasan.
Pretendemos que se activen los protocolos de prevención y sanción de la violencia de género y garantizar una respuesta clara frente a las denuncias. Necesitamos universidades seguras y con equidad de género.
Nuestra secretaria general, Adriana Epulef, manifestó ” yo hace dos años vengo soportando el destrato de este señor en el ámbito paritario. Ha venido ignorándome en la discusión, habla con el resto de las personas que conforman la comisión, pero no se dirige a mí, ni siquiera para contestarme un planteo que realice”.
“Más allá de las denuncias de hostigamiento, maltrato y abuso sexual, sorprende que una persona con tanto poder dentro de una institución actúe de esa manera. Es el secretario general de la universidad”, indicó.
Por eso acompañamos a nuestra secretaria general y a cada una de las personas que fueron violentadas por este funcionario. Además, queremos dejar en claro que estamos a miles de años de ser una universidad igualitaria y nos decepciona profundamente.